miércoles, 26 de septiembre de 2007

Ribarroja con fervor

Pues sí, Ribarroja con fervor, cantan y quien te escribe regresó a su antiguo pueblo.
Muchas son las sensaciones que experimentas. Es volver a tu pueblo, porque cada pueblo donde uno sirve como sacerdote siempre es su pueblo. Mi pueblo es Montaverner, Alfarrasí y Benissuera y es Riba-roja del Turia. A cada uno los amo con locura y el amor es así, lo contrario se llaman los celos. Quien no sea capaz de comprender que se puede amar a todos con un amor intenso, es que no tiene corazón o su corazón es pequeño.
Se que estando en otro pueblo cuesta hablar del anterior, parece como si no amases donde estás y añorases el pasado. No es así. Recuerdo la tarde en la que esperaba el nombramiento. Leía un libro sobre la vida de Van Thuan, el obispo vietnamita. Una frase pareció venir directamente de Dios. "Somos sacerdotes y vamos donde la Iglesia nos envía". Esa es la verdad del sacerdote. Aunque como Cristo sea con lágrimas, aceptamos gozosos esa cruz. Y sabemos que lo contrario lo que provoca es un daño en nosotros y en las parroquias. ¡Cuántas parroquias sufren a unos párrocos que no quieren dejar la parroquia y no son obedientes a sus obispos! y ¡Cuántos párrocos podrían haber dado mucho más si hubiesen aceptado el cambio!
Todo cambio cuesta, muchísimo, pero es bueno para la parroquia y para uno mismo. Ellos necesitan descansar de uno, cambiar de director, encontrarse con una persona nueva que traiga nuevos proyectos, nuevas perspectivas, nuevos planteamientos pastorales, nueva y diferente vivencia del evangelio. Los que te quieren para que no acaben siendo copias tuyas. Los que no te quieren, que siempre los hay, para que tengan la ocasión de volver a la parroquia o para que puedan tener sus años de protagonismo o sentirse más agusto en la Iglesia. Es bueno para todos. Y lo es para el sacerdote.
A mí te confieso que me costó horrores. Estaba ya conformado a tener que sufrir, pero a cambio tenía a una gente que me quería y era feliz en mi instituto. Allí tenía mi capilla, mi despacho con internet, mis alumnos y mis compañeros, ¡como os hecho de menos!, sin olvidar al bueno del conserje, Jose Manuel y las charraetas y a Salvador Silvestre, mi buen jefe que me animaba y apoyaba todas mis iniciativas o a Paco Ibañez y Salvador Andrés, los profesores de biología, física,... ¡cuanto aprendía de ellos en las comidas de los lunes, bueno y a Charo y Antonio y "charraetes de després de dinar" y como no, a Paco Benlloch y su saber llevar a los alumnos y el "Caballero de la Triste Figura", que era como le llamó una vez Jesús Quinzá, Paco Enguix, buena persona, trabajador, buen amigo y también a Jesús Quinzá, el primer presidente diocesano de juniors y... Pues sí, han pasado tres años, ellos ahora estarán en clase, peleando con los chiquitos. ¡Son tantos los recuerdos! Y eso es lo bueno de ser sacerdote. Cuando te vas dejas amigos. No pierdes amigos sino que ganas nuevos amigos, como me ha pasado a mí. Aquellos días que fueron desde el 21 de septiembre cuando me llamaron del Arzobispado y el 22 cuando recibí la propuesta hasta el 31 de octubre cuando tomé posesión, fueron duros. Aún recuerdo la cara de mis alumnos cuando les dije que dejaba el colegio ¡! Pero gracias al nuevo nombramiento ahora conozco gente maravillosa, buenos amigos a los que quiero y aprecio, a ti que por aquel entonces no existías en mi vida y ahora formas parte ya de mi historia. ¡Por tí y por ti y por ti y por esos momentos vividos valió la pena el sufrimiento que experimenté aquellos días, renunciar a mi amada Riba-roja del Turia y a mi Institut!
Y bien, pues después de tres años regresé a Riba-roja. Bueno antes ya había vuelto, para recibir un regalo de mis compañeros de l'Institut, para casar a Juanba y Angelita, a la despedida de Salvador Silvestre, a la misa del Cristo 2006 y para casar Oscar y Elena. Y mas recientemente con motivo de las bodas de oro de Pepe y Fina y Rafa y Luisa, los padres del conserje Jose Manuel y los cocineros del campamento.
Ahora de nuevo entraba en el que fue mi pueblo. Era como si el tiempo no hubiese pasado. Es una sensación rara. Cierras los ojos y te imaginas que todo ha sido un sueño. El pueblo sigue ahí. Bueno con el ayuntamiento derrumbado, la plaza levantada,... Y comienzas a saludar a todos, es maravilloso. Entran en la sacristía, te saludan, te preguntan y siempre la respuesta, "estic molt be, pues sí he engordat, aixó es la tranquilitat i l'aigua".
Y así pasó la fiesta del Cristo. La más hermosa de los últimos 24 años. José Ramón, el párroco la presidió y predicó, mientras el vicario por primera vez en 15 años era el maestro de ceremonias. Todo era maravillos. Había Harmonía, Unión, Pau y Amistad junto al Turia y permiteme utilizar para ello el nombre de las cinco fallas. Una maravilla. Todos contentos con su párroco, el vicario dirigiendo, a mí me pidió que trajese el Santísimo de la capilla. Y realicé la acción que tantas veces durante 9 años había hecho, cuando era obligado a concelebrar, porque no tenía misa para mí en la Colonia, unas veces bien, otras con miradas que te revolvían el estómago, pero bien. Tampoco fue tan malo. Volví a la capilla y traje el santísimo mientras el realizador de Popular TV tenía en la pantalla la misa que se emitía para toda Valencia. Bueno, el caso es que no puedo escaparme del pueblo sin que se enteren, en seguida me vieron en Alfarrasí y hasta las monjas de L'Ollería, con gran alegría para ellas y para mí.
Y así la misa. ¡Cuánta alegría! Las palabras que la gente me decía sobre el nuevo párroco y vicario se corroboraban. Disfrute viendo actuar al vicario y sentí un poco de envidia, ¡que hermoso hubiese sido si José Ramón lo hubiesen nombrado párroco de Riba-roja en 1995!
Después los saludos, la comida en Peñasol y por la tarde José Manuel me enseñó el Instituto y las nuevas obras. ¡Qué maravilla! En parte no había cambiado. Allí estaba mi capilla, con su sagrario y mi Inmaculada. ¡Qué belleza! Es la Virgen que más me ha enamorado. Fueron tantas horas allí, celebrando misa a los niños del colegio, confesando, rezando. Horas incluso con los juniors, en el año más bonito en ese sentido, cuando los juniors terminaban la tarde con la misa en la capilla. ¡Como disfruté! Al año siguiente... lo suprimió por "ordeno y mando, que soy el párroco".
Me hubiese quedado toda la vida en esa capilla. Tanta paz, tanto vivido en ella. Mi buen Dios, que bueno que eres que en el desierto siempre me llevaste al Sinaí para encontrarme contigo, sentirte cerca, sentir el fuego de la zarza ardiendo en mi interior, el Sinaí de la capilla de l'Institut, el Centro Asunción de Nuestra Señora, y del campamento de Siete Aguas con su capilla franciscana.
Después entré en la sala de profesores. Allí volvieron los recuerdos. Aquel día, cuando sentado en el sofá esperaba pasasen rápidamente las horas, llegase el día siguiente, las 11.30, que después fueron las 12. Emilio, Emilio, lo mal que lo estaba pasando y te entretuviste con D. Esteban, pero bien, ese sacerdote que estaba allí y que creía no lo volvería a ver, era el párroco de San Onofre de Quart nombrado párroco de L'Ollería. Imagino que él tampoco lo imaginaba. Un cura joven más esperando el nombramiento, sentado allí, esperando, esperando, que largo se hace....
Pero la tarde antes estuve en aquella sala. Allí pasaba la tarde hasta que llegó el día siguiente. Y los siguientes. Los compañeros no lo sabían. Yo sabiéndolo ya pasaba los días grabando en el ordenador todo el material y organizándolo. Pronto aquello se terminaría. Y todo ello en aquella sala que se encontraba igual que antes. Con su mesa llena de libros y carpetas y sus ordenadores. Bueno, ahora había además un escanner. Después visité mi antiguo despacho. Tantas horas allí, por fin un despacho para mí. Y ya subimos a ver toda la parte nueva. ¡Cómo ha cambiado! Aulas y más aulas, salas de nuevas tecnologías, un salón de actos totalmente nuevo, una maravilla. Pero aquello ya no era mi instituto. El mío quedó helado aquel octubre de 2004.
Y así pasé el día, la lluvia impidió me quedase a la procesión. Y termino.
Seguiré contando.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Me alegran esas palabras que escribes sobre Ribarroja, Jose Andrés!! Pero has hecho tú mucho más por Ribarroja y sus jóvenes que nosotros por ti.

De todas formas los que hemos formado parte de la parroquia de Ribarroja en algún momento de nuesta vida nunca nos olvidaremos de ti.

¿Sabes que recuerdo tengo de ti? Subiendo un domingo del mes de septiembre el peñon d´Ifach como si fueras una gacela, íbamos un grupo de monitores y me dejaste impresionada.
Un saludo,
Sonia Soriano

MAJO ARNAU dijo...

HOLA JOSE ANDRES!!!
NO TE POTS IMAGINAR LO QUE M'ALEGRAT DE DESCOBRIR ESTA PAGINA!! I AIXÓ QUE HA SEGUT PURA COINCIDENCIA!!
ESTIC CONVENSUDA QUE NOSTRE SENYOR A M'HA GUIAT PER A QUE TROBARA ESTA PAGINA I TORNARA A RECORDAR TOTS EIXOS MOMENTS QUE DESCRIUS DEL DIA DEL CRISTO!! (m'has fet plorar bandido!!)

A PARTIR D'ARA, NO DEIXARÉ DE MIRAR ESTA PAGINA TEUA, M'ENCANTA L'INICIATIVA DE PENJAR COSES TAN BONIQUES COM LES QUE TU ESCRIUS I SI VOLS MANARME ALGUN CORREU, PER MI PERFECTE, M'ALEGRARE MOLT DE SABER DE TU. TINC DOS, EL QUE MES T'AGRADE:
1º: mariajoarnau@hotmail.com
2º: maxus83@gmail.com

JA TE MANARE ALGUN CORREU POSANTE AL DIA DE LA MEUA VIDA (no ha canviat masa!!)

MOLTS BESETS D'UNA AMIGA DESDE RIBA-ROJA!!

Jesús Ortiz Angulo dijo...

Hola, Jose Andres, no nos conocemos, pero quería saludarle.¿motivo?. Tengo un centro de estudios en Ribarroja y se me ocurrió hacer un blog por hacerme publicidad, aunque realmente lo que me interesa es que todo el mundo lo comparta, puedan escribir experiencias, temores,ilusiones, ser un punto de encuentro constructivo y educativo.
Por eso, le invito a visitarlo para poder compartir y hablar de Ribarroja y los jovenes, niños y como no ancianos, sobre esa nuestra realidad social.
Jesús Ortíz
www.academiaribarroja.blogspot.com
Yo soy de Alacuas así que necesito conocer al pueblo y su gente.