domingo, 28 de octubre de 2007

25 Aniversari Juniors m.d. Entrevista al meu amic Jesús Quinzá, primer president diocesà

Aci teniu la entrevista que li vaig fer a Jesús Quinzá, un bon amic de Riba-roja, gran enamorat de Jesucrist i de la muntanya, dels Pirineus i com no de la seua dona, Isabel, a la que conegué en el campament de Navalón allà per l'any 1982. Ell a mes es profesor del Centre Asumpció, el meu Institut i Cap del Departament Psicopedagògic i el mes important, un home que llig i trata de viure l'Evangeli. I fa, uf, ja fa 10 anys, li vaig fer aquesta entrevista. Entonces portava 2 anys en Riba-roja i aprofitant el 10 Aniversari i la preparació del campament. Pues, com no. Ahí va, que la disfruteu, tal como la tenia guardada a l'ordinador.

Al mirar alrededor de mi despacho descubro colgadas las pañoletas de los centros junors a los que un día pertenecí, mi primera pañoleta impuesta, allá en el lejano 1994, siendo monitor de un grupo de 7º, en María Madre de la Iglesia. Un día inolvidable, recibía el signo distintivo del junior y con ello me comprometía a marchar decidido por el camino que él, el supremo hacedor, me marcase, desde mi juventud. Teulada, mejor dicho, Talayuelas, el primer campamento con los juniors de Carcaixent, aquel macrocentro. Teulada, el primero en el que participé activamente en su preparación, las inolvidables noches elaborando los juegos en las dependencias del Complejo Parroquial, sentado en la barandilla, esperando la llegada de los monitores mientras contemplaba la luna, la visita a la playa de Moraira, el penyal de Ifach y el campamento donde ibamos a vivir una experiencia enriquecedora, con Juan, Migue, Kattye, Mª José,... El grupo de primero de confirmación, mi grupo estimado y añorado, con quienes compartí mi primera cena como sacerdote, ellos me acompañaron en las alegrías y dichas. Ah, todo pasó. Y Ribarroja, el junior de este pueblo de la orilla del Turia, complejo, activo, dinámico. Siete Aguas, el campamento de renombrada fama, ¡qué habría sido de él sin ellos!
Aqui les tengo, delante de mis velados ojos, a ellos, iniciació, mitjos, matjors,de 1996, 97,... Todos ellos delante de mí y dentro de mi corazón, la pañoleta, el fuego que aún hoy arde de amor y cariño por los juniors de Ribarroja, el llavero me recuerda, siempre unidos, siempre, donde nos encontremos, en Cristo, Siempre Unidos estaremos, y este libro que un día escribí y merced las gracias de l’Institut y el bueno del conserje fotocopié y estos papeles, las entrevistas a Jesús e Ines, la madre Ines.

Son las nueve de la tarde, es jueves, con mi carpeta, desciendo por la calle 1º de mayo y después de saludar a mi amigo José me acerco a la casa, con la cabeza rebosante de preguntas y curiosidades.
Sí, lector, nos encontramos en la casa de Jesús Quinzá, su tercera casa en Ribarroja, la primera fue en la Plaza del Ayuntamiento, desde allí se montaron las celebraciones y los campamentos, después otra casa que no recuerdo donde se encontraba y finalmente tras encontrar a su compañera y casarse en una hermosa aldea, Alpuente, esta vivienda, el hogar de la familia Quinzá-Casaban.
Riiin, suena el timbre y aparece él, mientras Isabel, su señora esposa, prepara la cena, un icono de Cristo nos da la bienvenida.
- Adelante, pase usted - con un ademán y una reverencia me invita a entrar.
Las montañas nos recuerdan su pasión, el Mi-Di y otros montes y en su despacho a demás de dos placa en agradecimiento por su labor prestada al movimiento junior diocesano, firmadas por la coordinadora de vicaría (1981) y la comisión diocesana (1983), la pañoleta color fuego.
Seguimos caminando, en el corral, tipicamente valenciano nos espera una mesa y sendas sillas, nos sentamos y comienzo la entrevista a la brisa de la tarde.
J.A.: como te he comentado anteriormente el campamento de este año va a tratar además del Jubileo 2000, el segundo centenario y el decimo aniversario de las instalaciones, los quince años del junior. Y una de las cosas que mas me ha llamado la atención fue como emprendiste esta aventura y sobre todo tu trayectoria por la diocesana.
- Sí, la verdad es que es curioso, allí en el albuergue de Segart a los pies del Garbí comenzó toda la historia, eran los años setenta. Llegue representando al Centro Junior de san Miguel y san Sebastián y después de ver lo que era la coordinadora propuse un cambio.
- Y ¿cualés eran las causas para tomar esta postura?
- Como te he dicho aquello era una organización pseudodemocrática donde todo se votaba y se estaba apartando de la diócesis. El problema fuerte, además de la politización, consistía en que no había una jerarquía clara, osea, cuando todos mandan mangonean unos cuantos. Por ello planteé una nueva estructura.
- ¿Y lo aceptaron?
- No, a raiz de lo que dije se montó una pirula, pero en el almuerzo se me acerca un sacerdote, hasta entonces desconocido por mí. El se presenta como enviado por el arzobispo y aplaude mi planteamiento.
- Este sacerdote sería sino me equivoco, Vicente Folgado, con quien siempre has mantenido muy buena relación, tal como he podido observar durante su estancia aquí, las pasadas navidades.
- Así es, ha sido y es un buen amigo. Desde aquel día comienzo a reunirme con Vicente a fin de presentar una alternativa al Junior Acción Católica. Después de tener las cosas bien perfiladas convocamos una reunión en Purísima 14, a ella asisten los centros de la diócesis para votar democraticamente la alternativa a la Coordinadora. Fue la reunión clave en la que nació el junior m.d., aprobandose por mayoría que el junior se organizase por vicarías. De cada vicaría, mediante elecciones, salieron dos delegados provisionales con la misión de elaborar unos nuevos estatutos y una nueva organización.
- ¿Y la coordinadora que pensaba de ello?
- Desde el primer momento estuvieron en contran, marginándose de los nuevos planteamientos, pero sin poder hacer nada pues se habían seguido los medios que ellos tenían, la democracia, para transformar el junior.
- A pesar de ello continuasteis con el apoyo de alguien muy especial, ¿no?
- Así es, desde el primer momento Don Miguel Roca, el arzobispo de Valencia nos avaló, además el vicario general trabajó con nosotros, osea, Don Rafael Sanus, actualmente obispo auxiliar y uno hombre entrañable. Los tres, Don Rafael, Vicente y yo junto con la comisión provisional reorganizamos el junior, eligiendo unos nuevos estatutos. Tras ser aprobados fui elegido presidente por el Sr.Arzobispo, tras presentarle una terna de tres candidatos y con Vicente Folgado como consiliario inaguramos la nueva étapa.
- ¿y cómo llegaste a nuestro pueblo?
- Después de servir a la Patria y vivir dentro del ejercito, en Valencia el 23 F, Vivente me invita a venir al colegio para sustituir una profesora y con el encargo de poner en marcha los juniors. En Navalón (Agosto de 1982) dirijo un taller de juniors de donde saldrán los monitores, durante el primer trimestre organizamos el centro y el siete de diciembre lo inaguramos.
- Con un ciprés según me comentó Ines. Y a qué se debe la división por niveles.
- Surge de los estatutos, en cada centro se le llama de una forma y tiene como fin organizar el junior cuando abundan los monitores y chavales.
- Una de las preguntas tópicas cuando uno procede de otro pueblo es acerca de la primera impresión, ¿cuál fue la tuya al llegar aquí?
- Muy buena, la verdad es que tenía ganas de vivir en un pueblo, pues como sabes procedo de ciudad y el ambiente es muy distinto, para mejor aquí, claro.
- Y vayamos a lo que es el junior, ¿cómo definirías la espiritualidad del movimiento?
- Como un juego de encuentros, osea, se trata de facilitar que el niño se encuentre consigo, los demás, la naturaleza y Dios. En este juego el elemento clave es Jesucristo a través del cual se entiende todo: la Iglesia, Dios, el mundo, uno mismo, los demás, la naturaleza,... y por tanto se trata de dar a conocer constantemente Jesucristo a los niños para que les sea alguién próximo.
- Y el compromiso cristiano, ¿qué es?
- Si Jesús es el modelo para el hombre y no todos los payasos paparruchosos que coge la sociedad como modelo, osea, los cantantes, Ronaldo,... entonces el objetivo del junior es ofrecer a Jesús como modelo, llevar a la vida la Palabra de Dios de modo que ésta cree conflictos, en el momento ha creado un conflicto en en niño surgen las experiencias vitales que le permiten profundizar en el Evangelio. Y al contrario si la Palabra de Dios no produce conflicto no hay encuentro y si no hay encuentro la catequesis se convierte en mera instrucción. Así pues el compromiso cristiano es vivir la Palabra de Dios.
- ¿Y el fin del junior?
- Se trata de un instrumento pastoral catequético, el ideal es que se utilice para recoger a los niños recién comulgados y prepararlos para la confirmación, esta sería la meta. Este planteamiento lo hablé con don Miguel Roca y Don Rafael Sanus y nunca me dijeron que no, aunque tampoco se llegó a realizar. Este ha sido el error del junior, quitarle la confirmación. Entendido como camino hacia el sacramento se explican las etapas: el Pacto de Equipo al finalizar la iniciación, tiene como fin cimentar el embrión de lo que tiene que ser una comunidad cristiana en la que va a ir madurando el niño para llegar a la confirmación. Imposición de pañoletas, durante el nivel de medios, como signo externo de la permanencia del niño ya no en el equipo sino en Centro. La Promesa al concluir la étapa medios o al iniciar mayores, constituye el momento a partir del cual empieza a fondo la preparación de la confirmación. Y finalmente el sacramento de la confirmación, la meta hacia la que se ha ido conduciendo al niño, a través de las sucesivas étapas.
- ¿Por qué se le llamó foc?:
- No me acuerdo, pero seguramente sería porque el fuego es el símbolo de algo fuerte, recio, presente en los momentos clave del campamento, es Jesucristo Resucitado, el Espíritu que desciende sobre los Apóstoles en forma de llamas.
- Y ¿la oración junior?
- Es una oración que ya existía previamente y por cierto muy válida.
- Sí, recuerdo que el actual Obispo de Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig, se la sabía de memoria, pues la había aprendido siendo niño en la Acción Católica.
- ¿El crismón?
- Representa a Jesús con la llama o presencia del Espíritu. Para mí es símbolo de la Trinidad: la P y la X representa a Cristo, la llama al Espíritu Santo y el círculo al Padre que lo envuelve todo.
- Finalmente ¿y la pañoleta?
- Es el signo que identifica al centro.

La tarde va llegando a su fin, el sol ha sido ya enterrado en las profundidades de la madre tierra mientras las estrellas renacen en la oscuridad y la luna ilumina el cielo con su resplandor, desde la azotea se observa el cometa, que nos recuerda, la próxima vez que aparezca lo veremos en la casa del Padre, con la brisa me despido, atrás queda la casa de Don Jesús, perdón, la casa de Jesús e Isabel, un hogar siempre abierto a los sacerdotes, ¿un Betania?, una casa restaurada con el esfuerzo desinteresado de ese montón de amigos que él se ha sabido ganar con su desprendimiento, cordialidad y carisma.

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