Amigo oyente:
Educar es un arte difícil pero a la vez imprescindible en cuanto somos responsables de quienes vienen detrás de nosotros. Los padres cuando engendráis hijos asumís la responsabilidad de educarlos de forma que en la edad adulta sean personas libres, responsables, preparadas, conocedoras de la cultura y el saber humano, abiertas a los demás, etc.
Imagino que muchas veces os preguntaréis si lo estáis haciendo bien, máximo en un tiempo en el que han cambiado los métodos y afortunadamente han quedado atrás el sistema de vuestros padres marcado por le educación autoritaria que se resume en esto se hace por que lo mando yo o porque soy tu padre. Sin embargo el cambio no ha sido para mejor, lo sabes muy bien y por eso ante los resultados nos cuestionamos su efectividad. Estoy convencido de que el problema ha sido no haber buscado el término medio sino emplear un nuevo método que se basaba en negar todo lo anterior, sin discernir lo bueno de la educación que recibistéis de aquello que había que suprimir.
San Juan Bosco entendía de ello, él se entregó de lleno a la educación de los jóvenes, especialmente los que eran problemáticos y así aconsejaba a sus frailes:
1. Es más fácil enojarse que aguantar, amenazar al niño que persuadirlo.
2. Es más cómodo castigar a los rebeldes que corregirlos, soportándolos con firmeza y suavidad a la vez.
3. Guardaos de que nadie pueda pensar que os dejáis llevar por los arranques de vuestro espíritu.
4. Al castigar conserva la moderación, a fin de que en nadie pueda surgir la duda de que obras sólo por hacer prevalecer la autoridad o por desahogar tu malhumor.
5. Cuando corrijas depón toda ira o por lo menos domínala.
6. Mantén sereno el espíritu.
7. Evita el desprecio en la mirada y las palabras hirientes.En los casos más graves es mejor pedir a Dios con humildad que arrojar un torrente de palabras, ya que estas ofenden a los que las escuchan, sin que sirvan de provecho alguno a los culpables.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario