viernes, 23 de noviembre de 2007

carta a unos novios

Queridos Nuria y Alejandro:
Escribo esta carta cuando hace apenas unos minutos que hemos estado preparando la boda. Y en ella voy a tratar de expresar lo que un sacerdote siente al hablar de algo tan maravilloso como es el matrimonio y uno de los días más esperados por todo hombre y mujer.
Sabéis que los cristianos tenemos un libro que se llama la Biblia, en él se contienen muchas historias marcadas por una realidad: el amor. Es el amor el que impregna cada letra de sus páginas, el amor de un Dios que locamente enamorado de su Israel lo libera de la esclavitud y lo conduce a la tierra prometida en un largo noviazgo de cuarenta años por el desierto.
Y la Biblia comienza precisamente hablando de amor, o sea, contando la historia de una pareja de enamorados. No lo se, pero quizás el autor humano debió ser un hombre casado y por tanto cuando escribió este texto sabía muy bien de que hablaba y en él expresaba su visión del amor, una visión muy enriquecedora y bonita.
La historia comienza cuando Dios coge barro y comienza a moldear el cuerpo del amado. Bien, no voy a discutir sobre evolución porque no es el momento, si que vamos a ver como detrás de esta afirmación hay algo muy grande y que supera incluso las afirmaciones científicas. ¿Qué somos nosotros?, ¿qué hay detrás de toda persona amada? Dos realidades que aparentemente son contradictorias pero que hacen de ella la belleza: la fragilidad y grandeza humana. Por una parte es evidente que sois barro, en cada uno de vosotros hay una fragilidad y por otra parte en vosotros hay una gran belleza, tenéis el espíritu de Dios, esa capacidad para abriros a los demás, para hacer cosas grandes, para amar. Y amar es aceptar la fragilidad del otro, porque no, como el alfarero el uno recibe del otro una bella figura de arcilla que ha de cuidar. Es importante ver al otro como alguien que cuidar, que es frágil, que necesita de ti y que puede romperse por una palabra más alta que otra o por un descuido. Y vuestro amor también es frágil, eso es importante porque la grandeza del amor está en que ha de cuidarse, no se tiene ya para siempre sino que se ha de mimar con delicadeza y ternura. Y ese cuerpo ha sido moldeado por Dios, la persona amada ha sido objeto de un amor especial por el Creador y eso no es cualquier cosa, aquí está el fundamento de la dignidad humana, del respeto a las personas, en que Dios te ha moldeado a ti, Alex y a ti, Nuria, para Dios cada uno de vosotros sois alguien importante, tanto es así que com diguem els valencians s’ha enfangat de nosaltres. Alejandro cuando mires a Nuria piensa que Dios la está mirando con un amor entrañable, me atrevo a decir que todo lo que tu sientes por ella lo siente Dios y mucho más, hasta haber dado su vida por ella y al reves, claro.
Y Dios coloca a Adán en el paraiso, sabéis que la palabra Eden significa gozo, lugar de deleite, de felicidad. Cada uno de nosotros ha sido llamado a la felicidad total. Y comienza a mimarlo, a ofrecerle cosas, como ese padre que quiere que a su hijo no le falte de nada, Dios crea las plantas y los animales. Y Adan pasea por allí, camina contemplando todo lo que Dios ha puesto para que lo cuide y disfrute. Y Adán contempla el riachuelo y escucha el canto del pájaro y sin embargo está triste. ¡Qué bellas son las palabras de Dios! No es bueno que el hombre esté solo. Él se da cuenta de que no hay mal mayor para el ser humano que la soledad, por eso lo rodea de animales, pero ningún animal ni siquiera los perros son capaces de llenar el vacío de la soledad. Adán está triste, lo tiene todo y sin embargo le falta algo, no es feliz. Adán se acuesta y duerme y sueña, sueña en un mañana, sueña con alguien con quien compartir su vida, alguien capaz de llenar su vacío. ¡Qué es el amor! Un sueño, es ese sueño que gestamos en el corazón, ese lugar profundo al que sólo se tiene acceso mientras dormimos. La persona amada, la novia, la esposa, nace primero en el corazón, es allí donde cada uno de los dos imaginó al otro, en esos sueños de infancia y adolescencia, en los que seguro pensabais en el que tenía que ser vuestro principe azul o vuestra princesita, esa persona con la que compartir la vida. Es lo bonito de hoy, pensad, no está mal cuando vuestro sueño se está realizando pensar en aquellos momentos, cuando tratábais de descubrir el rostro del que sería vuestro marido o esposa. Y Adán despierta del sueño y qué encuentra ante sí, descubre a Eva. El amor es eso, si os fijáis el amor es un descubrir cada día, un despertar y encontrarse con la persona amada, un sentir esa alegría única e insustituible que sólo experimentáis los que vivís la relación de pareja. Esta sí. Está sí. No se, parece como una especie de reproche a Dios, por fín lo has conseguido. Comienza un nuevo amanecer para Adán, ahora ya es feliz y sabéis porque, porque la felicidad consiste en compartir con la persona amada, esa es la felicidad. Lo sabéis muy bien, ¿a qué no sabe igual un gol cuando Nuria está viendo el partido de futbol que cuando no ha podido ir a verte? Y tú Nuria has viajado por ahí en la Agencia, seguro que en más de una ocasión has experimentado lo mismo que Adán, estabas contemplando el paraiso, esos paisajes exuberantes y sin embargo te faltaba algo, te falta Alex para que la felicidad fuese completa. Estoy seguro que después de viajar mucho el mejor viaje va a ser el que emprendáis ahora, juntos a disfrutar de la luna de miel. Esa es la gran realidad y eso es lo bonito del matrimonio, el que se comparte todo, el que uno abandona padre y madre, se junta con su mujer y se hacen una sola carne. Si hoy es un día feliz lo es porque estáis juntos, porque lo estáis viviendo. Y esta es otra enseñanza. Imagino que una de las tentaciones del casado es anhelar la soltería, cuando aparentemente se era libre. Simplemente os digo una cosa: si os llega la tentación de desear lo pasado pensad en las palabras de Dios, no es bueno que el hombre esté solo.Pero sigamos, pronto surge el conflicto en aquella pareja, se interfiere una tercera persona, es importante el que viváis unidos, aquí hay dos problemitas, por una parte pretende imponer el uno al otro las reglas del matrimonio, no hay diálogo, toma come, manda y por otra se deja que otro interfiera, el otro puede ser la TV o pueden ser mil cosas que sustituya al diálogo, a la vida de hogar, a ese estar juntos.

1 comentario:

eva dijo...

No se quien eres, pero debes querer mucho a Nuria y Alex, y a mi me has llegado al corazon. Todo lo que les has dicho es la verdad mas absoluta.
Ojalá sean muy felices